Rinti esperó a Jeannette Ryder durante mucho tiempo. Tanto tiempo que ya no recuerda desde cuándo inició su espera un día del año 1931.

Rinti sabe que Jeannette nació en 1866 a pocas millas de distancia de su país, que se trasladó a Cuba de niña y que en Cuba se quedó. La ilusión hizo de Jannette una mujer que no se amilanaba fácilmente ante las dificultades, y fue así, cargada de ilusión, como años más tarde Jeannette fundaría el Banco de Piedad de Cuba.

Tiempo más tarde se conocerían, y desde aquel día Jannette no se separó de Rinti. ¿Cómo ahora él la iba a abandonar? No podía: Rinti la iba a esperar.

Jeannette murió a los sesenta y cinco años de edad. Dejó tras de sí a muchos familiares, a muchos amigos que nunca pudieron olvidarla. También dejó atrás a Rinti, su perro.

Una mañana del mes de mayo enterraron a Jeannete en el Cementerio Colón, en La Habana. Se erigió un monumento por suscripción pública a iniciativa de la institución que ella creó, el Banco de Piedad. En el monumento se distinguía el rostro de una mujer reposando en un lecho, cubierta por una sábana de piedra blanca.

Rinti, su perro, esperó frente al monumento el regreso de su dueña.

Muchos fueron los que supieron del perro. La gente, curiosa, acudía frente a la lápida de Jeannette y lo contemplaba. Allí le dejaban comida y le brindaban caricias y mimos. Pero Rinti, siempre atento y gustoso de recibir el tacto de una mano, nunca abandonó su lugar y allí permaneció día tras día. Esperando.

Una mañana, al ir a abrir la puerta del Cementerio Colón, el encargado se dio cuenta de que Rinti no estaba allí como acostumbraba. Extrañado, corrió hacia la tumba de Jeannette, en la calle 14 A. Al llegar descubrió al perro. Parecía dormir a los pies de su dueña. Lo llamó, pero Rinti no levantó la cabeza. Ni meneó la cola.

Días más tarde, y por suscripción pública de aquellos que conocieron la historia de Rinti, se elevó un monumento junto a la tumba de Jeannette. Desde entonces una copia en mármol del perro yace a los pies de su dueña y amiga.

Una inscripción recuerda:

“Fiel hasta después de muerta”. Rinti.

Fue así como Rinti, tras largos años de espera, encontró a Jeannette, a la que siempre estuvo esperando.

*Dedicado a Luna. Gracias por los 17 años que nos has regalado.

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